El chocolate caliente es
una preparación que se hace cuando se extrae la manteca de cacao y se mezcla
con azúcar hasta formar una pasta dulce que es soluble al agua y a la leche.
Los primeros cultivadores de cacao fueron los olmecas hace tres mil años, en las selvas
tropicales al sur de Veracruz. Los mayas llamaban al árbol del cacao “cacahuaquchtl”,
el cual era un símbolo de vida y fertilidad.
Los mayas idearon un brebaje amargo hecho de semillas de cacao que
consumían exclusivamente los reyes y los nobles; también era usado para dar
solemnidad a determinados rituales sagrados, como fines terapéuticos, como estimulante
y consumido también por sus efectos tranquilizantes.
Los guerreros lo consumían como una bebida reconstituyente, y la manteca
de cacao era usada como ungüento para curar heridas. Era también usado como
moneda. La bebida fue conocida por los descubridores españoles y fueron ellos
los primeros en servirlo caliente y endulzado con azúcar de caña.
En
cuanto a los aztecas, sabían que una taza de xocolatl eliminaba el
cansancio y estimulaba las capacidades psíquicas y mentales, era también una fuente
de sabiduría espiritual, energía corporal y potencia sexual. Era muy apreciado
como producto afrodisiaco, una de las bebidas favoritas en las ceremonias
nupciales. Era una bebida reservada a la elite y se denominaba también oro líquido, pues los granos de cacao
se usaban como moneda. Así, con cuatro granos se podía comprar un conejo; con
10, la compañía de una dama, y con 100, un esclavo. Los aztecas se adornaban la
cara con chocolate en sus ceremonias religiosas.
Es muy popular tomar chocolate con churros en la época más fría del año
o también se sirve para acompañar la rosca de reyes.
En Eje Central Lázaro Cárdenas, en el Centro Histórico está ubicada la churrería
“El Moro”. A pesar de que el platillo principal que venden son los churros, es
tradicional acompañarlos de una buena taza de chocolate, ya sea frio o caliente,
especial, español, francés o mexicano.
Es necesario destacar que este local brinda servicio las 24 horas del día,
por lo que en estos días lluviosos, nada nos caería mejor que un delicioso chocolate
caliente.
Por Claudia Escalona.
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