El chile.. un poco de historia y sus aplicaciones.
Por Adriana Mújica
Cococ,
cocopatic y cocopalatic. Desde la época prehispánica, estos términos en náhuatl
se utilizaban para categorizar la gran variedad de chiles según su grado de pungencia: picantes, muy picantes y picantísimos. Hoy día, la
diversidad de formas, tamaños y los diferentes sabores picantes de estos
peculiares frutos, nos dan la posibilidad de saborear deliciosos platillos con
salsas que hacen un duo especial de igual manera son ingredientes que no pueden
faltar.
Este
producto también figuró entre los tributos fijados por los grandes Tlatoanis de
México antes y durante los primeros tiempos de la Conquista. Los tributarios,
en su mayoría vasallos, entregaban "cargas" de chile en cestos,
tenates, etc., a inspectores oficiales quienes las recibían y depositaban en
las bodegas imperiales e incluso, en las épocas de sequía, el chile seco seguía
figurando en la lista de los productos almacenados.
De
América, el chile fue llevado a España y de ahí se dispersó a varios países de
Europa, de Asia y posteriormente de África, convirtiéndose así en un cultivo de
uso mundial.
La
familia taxonómica de los chiles es grande y muy variada y se divide en 5
grandes especies de cultivo y consumo. Entre los más populares destacan el guajillo
o mirasol, chile piquín, chile de árbol, chile serrano, chile jalapeño, chile
poblano, y el chilaca, de los cuales los tres últimos, una vez secos, se
denominan chipotle, ancho o mulato y pasilla, respectivamente.
México
es el país del mundo con la mayor variedad genética de Chiles, pero
curiosamente no es el productor más importante.
A
pesar de ser un producto tradicional y culturalmente importante en nuestro
país, el chile está poco estudiado en México.
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