Desde la época prehispánica existieron varios mercados importantes que eran conocidos como "tianquiztle" que dio origen a la palabra tanguis.
Uno de los mas representativos en México fue el Parián que significa "mercado" construido en 1700 durante el virreinato en donde hoy es el Zócalo. En aquel sitio se vendían objetos importados de Europa y Oriente destinados al consumo de la clase alta de españoles y criollos, en donde la mayoría de los productos eran telas, piezas preciosas como plata, carey, perlas etc. Durante mucho tiempo fue considerado el centro del comercio de la ciudad por la enorme variedad de finos productos que allí se vendían y se intercambiaban.
En esta época la gente paseaba con sus familias y firmaban acuerdos de negocios, era un lugar que significaba poder. Contrario al Parián, había otro conocido como "Baratillo", aquí se le permitía a la población de escasos recursos sobrevivir con puestos al aire libre vendiendo comida, ropa de segunda mano y montoncitos de frutas y verduras, sitio que fue predilecto de vagabundos y ladrones.
Sin embargo no es el único que dejo huella, algunos otros como el de Tlatelolco fué bastante apreciado por la venta de plumas, nopales, maguey, joyas, venados, aves, pescados, xoloescuintles, etc., inclusive había autoridades que cuidaban el orden y que estaban atentos para que no hubiera algún robo, ademas en aquel tiempo se usaba el cacao como moneda.
Otro de los grandes mercados fué el de Azcapotzalco en donde se vendían esclavos, el de Acolman en el Estado de México que ahí ofertaban perros, el de Texcoco donde se vendían joyas, piedras y plumas.
Actualmente los mercados mas populares y que se han podido mantener con el paso de los años son el de la Merced, en el que encontramos todo tipo de productos y antojitos mexicanos a buen precio, el de Sonora que vende plantas medicinales y productos esotéricos, el de Jamaica en donde venden una infinidad de flores y plantas, el de la Viga especializado en pescados y mariscos, el de San Juan donde podemos conseguir carnes de animales exóticos, la Central de Abastos en Iztapalapa, la Lagunilla con sus muebles, ropa, antigüedades y uno que otro objeto robado, en cuanto a artesanías los mercados de Balderas, San Juan y Revolución, por mencionar algunos.
Considero que el conocer un mercado va mas allá del simple hecho de comprar y vender, es una experiencia inigualable de vivencias y emociones por la variedad de productos con las que nos podemos
encontrar, pero que sería de un tianguis sin escuchar a la gente que grita, canta, pregona, regatea y rie???
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