En
México existe una gran diversidad de dulces típicos de cada región o estado,
muchos de ellos se elaboran artesanalmente y son un ícono muy importante en la
cultura mexicana.
Se
dice que los pueblos precolombinos mezclaban las frutas con miel, semillas y
algunas especias; sin embargo, los dulces típicos mexicanos surgieron hasta después de la colonización española en
los conventos, ya que ahí es donde las monjas combinaron las costumbres culinarias
europeas con las indígenas.
Gracias
a la gran variedad de frutas tropicales que existe en nuestro país, y a la
extraña combinación de ingredientes como leche, huevo, almendras, piñones,
nueces, etc. se comenzaron a preparar infinidad de postres, y como consecuencia
empezaron a idear la forma de hacer los dulces mexicanos.
En
México existe una gran variedad de formas, colores, sabores, ingredientes y nombres
que les damos a los dulces como: merengues, gaznates, muéganos, glorias, cocadas,
cacahuates garapiñados, pepitorias, morelianas, palanquetas, higos, acitrones,
limones rellenos de coco rallado, jamoncillos, alegrías, macarrones, mostachón, camote, mazapán, borrachitos, dulces de coco
e infinidad de postres que son una tradición mexicana.
En
la ciudad de México, un pueblo productor de estos dulces artesanales es Santa
Cruz Acalpixca, en la delegación Xochimilco, donde se realiza cada año en los
meses de julio y agosto la Feria Nacional del Dulce Cristalizado;
ahí se pueden degustar todos estos dulces típicos mexicanos y encontrar muchos
nuevos postres que han ido surgiendo con el paso de los años.
Por Claudia Escalona.
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